lunes, 20 de mayo de 2013

¿Cuáles son los orígenes de la aromaterapia?

La Aromaterapia ha estado presente en todas las civilizaciones del mundo antiguo, desde la Mesopotámica y la Egipcia hasta la Griega y la Romana, donde su valor fue equivalente al del oro y las piedras preciosas. Basta pensar en la magia de capturar un aroma, perpetuarlo y ungir nuestro cuerpo con él. En este mundo antiguo, la aplicación de la aromaterapia fue básicamente en baños y masajes. Estas civilizaciones entendían el valor de la medicina preventiva y en este tenor la aromaterapia junto con el masaje general o zonal, esto es la reflexología, juegan un papel decisivo para mantener al organismo sano. Los egipcios fueron los grandes comercializadores de los aceites esenciales, permitieron un gran intercambio de ellos, por lo que ya desde la antigüedad la variedad que se ofrecia era muy extensa. En Roma tenían una gran demanda, ya que no podemos olvidar la importancia política y social que tenían los baños públicos, con sus salas para masaje y sus selectas áreas privadas con baños aromáticos. A la caída del imperio romano, en occidente se pierde la tradición del baño. Era una época de invasiones, de inestabilidad en todos los ámbitos, de asentamientos humanos dispersos sin unidad política y mucho menos intercambio comercial. En oriente se preservaron las tradiciones y la producción y comercialización de los aceites esenciales continuó. Una vez restablecido el orden en Europa y gracias al intercambio cultural, que aportaron las cruzadas, la aromaterapia regreso formalmente al viejo continente. Paso el tiempo y de la alquimia se paso a la química. La humanidad estaba orgullosa, de poder extraer principios activos del reino vegetal y poder integrarlos a un cuerpo vehicular (pastilla, jarabe, solución inyectable) para ser suministrados a los pacientes. Pero la forma de ver la enfermedad también cambio. La medicina tenía cada vez mas simpatizantes, que la veían en forma correctiva y no en forma preventiva. Los aceites esenciales fueron relegados. Su aplicación era básicamente en la industria de la perfumería y es así, como llegamos hasta el padre moderno de la aromaterapia: Maurice Gatefossé, quien en 1937 tuvo un accidente en el laboratorio, que le produjo fuertes quemaduras. Para confortarse, metió la mano en una cubeta de aceite esencial de lavanda y quedo sorprendido por el confort que le produjo, además de evitar el daño de la piel, lo uso como tratamiento de la quemadura y vio que la regeneración fue asombrosa. Viviendo la experiencia en carne propia, decidió investigar mas sobre las propiedades de los aceites esenciales y sus aplicaciones terapéuticas. En su afán de promover su fabuloso descubrimiento, se enfrento con un público, que ya estaba acostumbrado a recibir la curación en forma oral y son muy pocos los aceites esenciales que se pueden ingerir. Debido a que la mejor manera de beneficiarse de ellos era a través de masajes, La aromaterapia se limito a tener un alcance solo en tratamientos dermatológicos y en la industria de la perfumería. No obstante la aromaterapia empezó a tener seguidores, que obtuvieron beneficios adicionales, a los meramente dermatológicos. En la actualidad, es reconocida ampliamente y aplicada exitosamente en salas de masaje y en los mas costosos y famosos SPA del mundo.

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